Reconocer a nuestras queridas Bellas Pero Brutas es todo un arte. Para poder mejorar nuestras relaciones con ellas (o sea, saber cómo, cuándo y por donde atacar) hay mucho por aprender.
Preferiblemente, sin que se den cuenta.
Grupo IV: Bellas pero No Brutas, o No tan Brutas
Hay varias formas de llegar al selecto Grupo IV –Bellas pero No Brutas- dependiendo de en que estado estaba la candidata. Algunas Bellas pues son No Brutas de forma natural, mientras que otras sí lo eran pero se superaron.
Las Bellas que nacieron No Brutas son muy completas, con una perfecta combinación de genes, educación y suspicacia. Sin embargo, esas mismas características les pueden traer malas consecuencias en sus relaciones con los demás. De acuerdo a su personalidad, algunas de ellas llegan a ser muy queridas por los demás, mientras que otras son temidas y a veces hasta odiadas. A una Bella de éste grupo hay que acercársele con mucha precaución para evitar dar un paso en falso y/o quedar como total pendejo delante de ella y (más importante aún) de los demás.
De igual forma, hay Bellas que han llegado a éste grupo por mérito propio y no por simples circunstancias de la vida son general muy Bellas Personas, queridas y estimadas por todos además de por lo general ser súper inteligentes…
Además, dado que su pertenencia en éste Grupo IV no fué por cosas de la vida, sino por esfuerzo propio, pues en general son de personalidad muy agradable (además de no ser nada Brutas). Ejemplos:
Algunas que No son Brutas –pero que eran No, Nada Bellas (nuestra querida Betty, por ejemplo).–
Aquellas que sí eran y siguen siendo Bellas (pero eran Brutas en negación).
Conclusión
Nos encantan las Bellas, todas las bellas.
Las Bellas Pero Brutas del tipo I y II son de carácter dulce y alegre, perfectas para ser buenas amigas y para compartir momentos agradables.
Las del tipo III pues están bien, da orgullo caminar con una al lado o incluso asistir con ella a una ocasión formal o de negocios, pero teniendo en cuenta que hay que tratar de que no hable mucho para que no meta la pata. Puede ser estresante, pero reconfortante a la vez. La confianza en sí mismas (mal puesta, pero vale) y su interés de superación hace que las veamos con nada más que respeto y admiración y un poquito de lujuria.
Por último las Tipo IV son un placer (aunque casi nunca de tipo carnal), pues tienen la combinación perfecta para ser una compañera de toda la vida: Es Bella pero No es Bruta. Sabe cuándo hablar y cuándo callar, cuándo ser Bella y cuando ser No Bruta. Es perfecto! Tal como los verdaderos diamantes, no hay muchas de ellas y de encontrarse una, son un tesoro.
Pero como no hay muchas, pues a aprovechar porque por ahí hay mucha Bella Pero Bruta, para todos!
No hay comentarios.:
Publicar un comentario